Hola, ¿Cómo estás?, espero que muy bien, soy Beatriz Beltrán estoy aquí para hablarte sobre la Inteligencia Emocional, que incluye una serie de habilidades que requerimos para gozar nuestra vida de una forma más plena y satisfactoria.

Continuando sobre los mitos acerca de la inteligencia emocional te compartiré el Mito No. 2 con consiste en lo siguiente: “La inteligencia emocional implica contarle a todo mundo como te sientes”

Ser emocionalmente inteligente no consiste necesariamente decirle a todo mundo como te sientes, sino más bien ser capaz de saber cómo te sientes y buscar la forma más adecuada de comunicárselo a alguien más.

Recuerda que mostrar las emociones en público puede ser tan respetable y saludable como vivirlas en la intimidad.

La autora Eva Bach nos comparte que escuchar las emociones significa escucharnos a nosotros mismos primero, para poder escuchar mejor a los otros después.

Normalmente desatendemos nuestras emociones porque no sabemos cómo manejarlas. Para evitar que crezcan sin control y que se desaten intentamos cortarlas desde la raíz, también pensamos que si no les hacemos caso desaparecerán por si solas. Pero las emociones se quedan aunque no las invitemos a pasar. Existen aunque no hablemos de ellas.

La expresión emocional es irrenunciable, callar o negar lo que late intensamente en nuestro interior tiene un precio humano y personal muy alto.

Tenemos que expresar nuestras emociones, no tenemos que hacerlo intensamente, se puede hacer y es bueno aprender a hacerlo a través de formas sencillas y breves.

Uno de los motivos por los que es necesario expresar las emociones  es para poder actuar sobre ellas y mitigarlas. Hay que hacerlo en su justa medida, porque si no les ponemos freno corremos el riesgo de intensificarlas en lugar de calmarlas.

No es indispensable tampoco expresarlas públicamente:

  • Puedes escribirlas
  • Compartirlas con alguien de tu confianza
  • Con un psicoterapeuta
  • A través de la música
  • La pintura
  • El baile
  • O cualquier otra manifestación artística.

Cada uno de ustedes es distinto y estoy segura encontrará su propia manera de expresarlas adecuadamente para lograr ser emocionalmente inteligentes.

Muchas gracias por acompañarme en este recorrido, esperando te sea de utilidad, hasta la próxima.

BEATRIZ ELENA BELTRÁN JIMÉNEZ

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